lunes, 1 de octubre de 2018

Pacifismo



Tengo que decirlo. Los catalanes, de tan pacíficos que queremos ser, parecemos tontos. Solo en este año, nos han apaleado, nos han cerrado el parlament, encerrado a nuestros lideres en prisión, no permiten que sea investido president quien ganó las elecciones, nos atizan a las bandas de neonazis a que nos peguen por la calle... Cuando la gente se cansa de recibir porrazos con las manos en alto, se han defendido ¡usando tiza en polvo! Y la mitad del movimiento se lanza a criticar (muchos desde el sofá de casa, no les vayan a abrir la cabeza) que no podemos ser tan violentos...

Los catalanes tenemos un defecto: creemos que el mundo es justo. Creemos que, como llevamos la razón, nos la van a dar. Aunque llevamos años siendo pacificos y nos tratan de terroristas igual, nos acusan de alzamiento violento por subir a un coche, de golpe de estado por votar, de sediciosos por lanzar aviones de papel, de terroristas por levantar peajes en la autopista. Incluso nos llaman nazis por llevar un lazo amarillo porque "es una forma de señalar a quien no lo lleva" (pero es a mi a quien insultan por la calle por llevarlo). Y ahora, por un poco de polvo, ya "nos estamos poniendo a su altura".

La desobediencia civil no es pedir por favor que te den lo que te mereces. Es una forma de lucha. No violenta, pero lucha.