viernes, 5 de septiembre de 2025

Aguas oscuras


 

El resumen sería más o menos así: la empresa DuPont sabía que el teflón es venenoso desde 1962, pero a día de hoy lo siguen vendiendo. En las sartenes, para que te lo comas.

La película muestra como las grandes empresas manipulan el sistema y controlan al gobierno para salirse siempre con la suya. Sí, al final el abogado honesto gana un juicio y les saca unos millones para algunas víctimas (trabajadores de la fábrica o vecinos del pueblo), pero ahora el 99% de la humanidad tenemos teflón en sangre; ¿les puedo reclamar yo por mis problemas de tiroides?, ¿les puedes reclamar por tu infertilidad, tú cáncer, la leucemia de tu hijo? No. ¿Va alguien a la cárcel por asesinato? Tampoco. No entiendo porqué, si yo pongo veneno en alguna parte y quien lo beba muere, es asesinato, pero si una empresa pone millones de toneladas de veneno en el agua que bebe la gente, y mueren cientos o miles de personas, solos es... nada. Ni siquiera cierran la empresa, mucho menos acusan de un crimen a las personas reales, con nombre y apellidos, que son responsables directas de esas muertes.

Hay unas cuantas películas ya sobre estos temas, como Erin Brokovich o Dopesick, sobre como una farmacéutica convirtió en drogadictos a millones de estadounidenses para enriquecerse. pero la gente sigue sin aceptarlo: di que no te vacunas porque no te fías del fabricante, y verás como todos se te tiran al cuello.

"No es conspiranoia si la conspiración es real". Liebreblanca.

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