domingo, 17 de abril de 2022

Antivacunas (y a mucha honra)



Me hace gracia la gente que dice "yo no soy antivacunas, soy anti esta vacuna". Porque esta es mala, las otras eran buenas. Pero, vamos a ver, alma de cántaro: si estás viendo con tus propios ojos como te mienten en la cara diciendo que:

-La vacuna es segura, mientras mueren infartados los deportistas en mitad de la competición y los niños en los patios de los colegios.
-La vacuna ha terminado con la pandemia, aunque en España la pandemia terminó en mayo del 2020 y se empezó a vacunar en enero del 2021.

Si todo lo que dicen los medios sobre ésta vacuna es mentira, ¿qué te hace pensar que lo que te dicen sobre las demás es cierto? Las demás vacunas mataban, igual que ésta, y se pusieron cuando las epidemias ya habían terminado, igual que ésta. 

Las vacunas son un experimento fracasado. Prometen mejorar tus defensas para que seas inmune a la enfermedad, pero hacen todo lo contrario. Nuestras defensas se han vuelto completamente locas, ya no saben distinguir lo que es un peligro real, de algo completamente inofensivo, como el polvo, el polen, o el pelo de gato. Hasta la comida, como el pan, es confundida con un veneno peligroso del que hay que defenderse, por el sistema inmune de mucha gente. A veces, ni siquiera pueden distinguir entre el propio cuerpo y un agente externo, atacándote a ti misma y provocando las famosas enfermedades autoinmunes.

Aunque las vacunas te protegieran de algo, que no lo hacen, es momento de preguntarse si prefieres que tu hijo pase 15 días en la cama con sarampión, o que dentro de 20 años desarrollé una enfermedad autoinmune que le joda la vida para siempre.





"Primero te identifican, luego te encierran, después te matan". Magneto. 
"Yo ya era antivacunas antes que se pusiera de moda". Liebreblanca.