domingo, 18 de octubre de 2020

Serrín Vs Sepiolita

 


Cuando era pequeña todos usábamos serrín para la caja del gato. No sé en que momento a algún lumbreras se le ocurrió poner de moda la sepiolita. Cuando empecé a adoptar gatos ya de adulta, usé "arena para gatos", porqué la usa todo el mundo, la venden en todas partes... pero nunca me terminó de convencer. Suelta mucho polvo, pesa una barbaridad, y en cuanto un gato hace pis, huele muy mal.

He probado las alternativas que han ido saliendo, aglomerantes, cristales de sílice, pellets... pero con seis gatos como tengo ahora, todas esas alternativas salen carísimas. He acabado volviendo al serrín de toda la vida, y estoy encantada. Son todo ventajas:

-Un saco de sepiolita cuesta entre uno y dos euros, dependiendo del supermercado. Una bolsa de serrín me cuesta 75 céntimos.

-Un saco de sepiolita pesa 5 kg, lo que no es poca cosa si vives en un cuarto sin ascensor y tienes fibromialgia. Un saco de serrín pesa un kilo. Como tiene más volumen es suficiente.

-Cuando la pones en la caja, la sepiolita suelta mucho más polvo que el serrín. Además, es tóxico respirarlo, y el olor a madera es mucho más agradable.

-La caja pesa mucho menos y es más fácil de manipular, tanto si la mueves para barrer, como cuando la abres para limpiar.

-Cuando limpias la caja de sepiolita necesitas una bolsa de basura o papelera (que ocupa sitio en el baño, y luego tienes que sacar al contenedor), para ir echando las cacas y los pises. Si usas serrín, puedes tirarlo por el water; es completamente biodegradable, no contamina, y no provoca atascos.

-Aunque vayas retirando la arena más húmeda, después de varios días toda la sepiolita está empapada de pis y apesta; hay que vaciar la caja por completo y poner otro saco de arena limpia. La sucia, mojada, pesa una barbaridad para bajarla por las escaleras, por no hablar de la montaña de residuos que genera. Con el serrín no es necesario vaciar por completo la caja, simplemente vas retirando cada día la húmeda, y cuando queda poca añades más. Tengo que subir las bolsas (de solo un kilo) por las escaleras, pero no volver a bajarlas.

-El serrín es un subproducto de la industria de la madera, por eso es tan barato, y por eso es tan ecológico. No se consumen recursos en su producción, ni contamina cuando te deshaces de él. En cambio la sepiolita se obtiene de minas y es un producto altamente contaminante y perjudicial en todo su ciclo de vida.

Si tuviera que ponerle alguna pega, solo se me ocurren dos: el serrín viene en bolsas de plástico (aunque no hay ninguna razón para que no lo vendan en bolsas de papel como la sepiolita), y no lo tienen en todos los supermercados. Pero las ventajas superan con creces la molestia de caminar dos manzanas más. Resumiendo, ahora con menos esfuerzo y la mitad de gasto, tengo la casa más limpia, con menos polvo, y sin malos olores. 

"Si no está estropeado, no lo arregles". Proverbio yanqui.

lunes, 12 de octubre de 2020

España no existe




Es tan evidente que parece mentira que haya que explicarlo. Una nación es una comunidad con una misma lengua, historia, y cultura. Por mucho que los distintos gobiernos del estado español se hayan empeñado en extinguir las distintas lenguas de la península, no lo han conseguido. Por mucho que obliguen a todos los sufridos ciudadanos a aprender castellano, sigue sin ser la lengua materna de todos ellos. Millones de personas hablan con su familia en catalán, gallego, euskera, aragonés, astur-leonés, occitano, estremenyu... y solo hablan castellano porqué les ha sido impuesto, muchas veces a cañonazos.

Lo mismo vale para la cultura. No se baila flamenco en Galicia, no se baila la jota en Sevilla, ni bailan sardanas en Madrid. En Catalunya no celebramos el bertsolariak, en Castilla la Mancha no se levantan castells, en Asturias no hay procesiones de semana santa, ni la feria de abril en Cantabria o La Rioja. Ni hablemos de historia; mientras todo el sur de la península estaba bajo el dominio musulmán, Jaume el Conqueridor se lanzaba a la conquista del Mediterráneo. 

La nación castellana conquistó, a sangre y fuego, el resto de la península (aunque poco después se les escapó Portugal), y en un alarde de astucia poco habitual, se cambiaron el nombre para engañar a la población y hacerles olvidar que son pueblos conquistados. No es lo mismo decir "¡Catalufo, habla en castellano, que Catalunya es colonia de Castilla!", que "¡Catalufo, habla en español, que estamos en España!". Mientras que lo primero provoca instintivamente rebeldía en el más manso, lo segundo te arrastra a una discusión estéril y sin sentido. Lo mismo vale para los impuestos: hacerte creer que eres español también te hace creer que estás obligado a pagar impuestos a los españoles.





Hace apenas 150 años, los asturianos aún no sabían que son españoles. Pero el castellano que recauda impuestos está equivocado: ni Carlos V ni Felipe II hicieron la unidad de España. Carlos V heredó la Corona de Castilla, la Corona de Aragón, la Corona de Holanda, la Corona de Nápoles, la Corona de Sicilia, y la Corona de Austria. Eso no significa que Castilla, Holanda, Sicilia... fuesen un mismo estado, tan solo tenían un mismo rey. 

Y por último, la mejor prueba de que España no es una nación, y los españoles lo saben muy bien (aunque lo nieguen), es que se pasan la vida defendiendo la Unidad de España. Cosa que no tendrían que hacer si España fuese una nación y no una cárcel de pueblos que solo se sostiene bajo la permanente amenaza del ejército.






Para saber más: