domingo, 21 de junio de 2020

Yo, Daniel Blake



Daniel Blake es un carpintero de 58 años que sufre un infarto. Una funcionaria de servicios sociales le niega la prestación de incapacidad porque es capaz de vestirse y llegar al baño solo. Pronto queda atrapado en el laberinto del sistema sin encontrar la salida.

Es imposible no sentirse identificada, sobretodo cuando le dice a una asistenta social:

-Me obligan a buscar trabajos que no existen y, que si encontrase, no sería capaz de hacer. Me están humillando.

He estado en esos cursillos "para enseñarte a hacer curriculums" que sale en la película. Primero te explican que por cada puesto de trabajo se presentan cientos, si no miles, de candidatos, y que el personal de Recursos Humanos a penas se mira unos segundos cada uno. Luego te sueltan un discurso sobre ser "proactivo" y se pasan el resto del curso insinuando que si no encuentras trabajo es que no eres lo bastante trabajador, luchador, creativo, y básicamente, que todo es culpa tuya, por gandul.

También sale una madre soltera, tan pobre que tiene que robar compresas en el supermercado y se desmaya de hambre mientras hace cola en el banco de alimentos.

Me he dado un hartón de llorar viendo esta película.

"No soy un cliente, un consumidor, ni un usuario, soy un ciudadano. Nada más, y nada menos". Daniel Blake.

Encapsuladora manual



Las vitaminas son muy caras para lo que cuesta producirlas. La vitamina C, por ejemplo, en la farmacia cuesta alrededor de 20 euros un bote con 100 pastillas de un gramo. Es decir, 100 gr. Si la compras en polvo, por unos 15 euros tienes un kilo, diez veces más. Aunque el sabor es muy fuerte para mi gusto; se puede poner en el agua y beberlo directamente, pero yo no soy capaz. Así que hago las capsulas en casa. Una vez que tienes la encapsuladora solo tienes que comprar las capsulas (veganas, por supuesto), que vienen en paquetes de mil. El proceso en si, es sencillísimo.





Puedes hacer capsulas practicamente de cualquier cosa que se te ocurra. Hace tiempo compré Zeolita, un arcilla de origen volcánico que elimina los metales pesados, pero al tomarla disuelta en agua me supo a barro. La cúrcuma es muy antiinflamatoria, ideal para la fibromialgia. Las especias son muy baratas, lo mismo que las hierbas, si las compras a granel y las pulverizas en un molinillo de café. Además, así te aseguras que no añaden cosas raras como relleno, y que no llevan gluten.

domingo, 7 de junio de 2020

No es autoinmune, son virus


Está en inglés, lo siento. Yo lo he visto con los subtitulos de la traducción automática, en el pc. Ni en el móvil ni en la tele me salen los subtitulos. Tampoco son muy buenos

El Dr Tent defiende que no existen las enfermedades autoinmunes. La explicación oficial de que un dia tus defensas "se vuelven locas", y te atacan en lugar de defenderte, llegando incluso a destruir tus organos (la tiroides en caso de tiroiditis, el colon si tienes crohn, el pancreas si tienes diabetes tipo uno, etc), es falsa. A todos los pacientes que le llegan, tengan el diagnostivo que tengan (lupus, esclerosis multiple, etc), les hace un panel de virus, y todos dan positivo en varios virus: epstein barr, varios tipos de herpes, parvo (yo pensaba que este era de perros O_O ).

Luego les hace un tratamiento del que jamás habia oido hablar: les pone en una maquina que saca la sangre de un brazo, la pasa por un tubo transparente debajo de una lampara de ultravioleta, que "desinfecta" la sangre matando todos los germenes, y la vuelve a poner en el cuerpo por el otro brazo. Tambien da suplementos antivirales como el zinc y la lisina. Y asegura que funciona. Hasta donde yo sé, nadie hace ese tratamiento en Europa.

¿Y de donde salen todos esos virus?, de donde va a ser, ¡de las vacunas! Para hacer millones de vacunas, necesitas millones de virus, y estos se cultivan en riñones de mono, en huevos (fetos de pollo), etc. Si por comer un murcielago se puede desatar una pandemia, imagina cultivar virus en riñones de mono y luego inyectarlo en vena, directamente a la sangre, a millones de bebés indefensos. Algunos de esos niños, más sensibles, reaccionan a los metales pesados y desarrollan autismo, por ejemplo. Otros llevaran una vida normal durante décadas, hasta que un día, patapam,  tienes celiaquía, o lupus, o esclerosis multiple, o vete a saber. Y nadie sospecha nunca que todo comenzó mucho tiempo atrás. Nadie pagará por lo que te ha hecho.