Todos los personajes me parecen una panda de lloricas. Es imposible empatizar con ninguno. Ariel soñaba con vivir en el mundo exterior y cambió su voz por piernas. Tiana soñaba con un restaurante y tenia dos trabajos como camarera. Mulán fue a la guerra para salvar a su padre. Moana aprendió a navegar y cruzó el océano para salvar a su isla. Bella ofreció su libertad por la de su padre. Hércules entrenó muy duro para ser un héroe. Todo lo que hace Asha es pedir: pedir al rey, pedir a las estrellas, pedir a los demás y no mover un dedo. Y no es que tenga un problema real. No es que esté siendo maltratada como Cenicienta, Quasimodo o Rapunzel, nadie intenta matarla como a Blancanieves, ni la empujan a un matrimonio concertado como a Jazmin, Pochontas o Merida.. La isla donde viven parece un sitio agradable y prospero; no sufren guerras, hambrunas o pestes. Todo el drama es que sus sueños (como ser una buena costurera, o un caballero, los que vemos cumplir en la película), no se han cumplido... porque han renunciado a ellos. No es como en Coco, donde Miguel sueña con ser músico en una familia donde está prohibido incluso escuchar música, aprende a tocar él solo, y la abuela le destroza la guitarra cuando lo descubre. No, el pueblo de Rosas simplemente es demasiado gandul.
Ni siquiera se puede decir que el villano sea un villano real, ya que él no ha robado nada, los sueños se los regalaron. Si los cumple o no es cosa suya, ahora le pertenecen. En realidad él es la verdadera víctima aquí, ya que creó un reino de la nada en una isla deshabitada, ofreció un buen hogar a cientos de personas, concedía un deseo al mes... y acabaron encarcelándolo de por vida porque una adolescente le pidió deseos para su familia y no se los concedió (un poco como cuando echaron a Steve Jobs de su propia empresa). No tenía ninguna obligación de hacerlo, por cierto, tanto si aceptas sus motivos para negarse como si no. Que tuviese el poder de hacerlo (porque había pasado años estudiando magia, nadie le regaló nada), no significa que tuviera la obligación. Que tengas algo (dinero, talento, tiempo libre) que otros desean, no conlleva la obligación de compartirlo si no lo deseas. Y menos a cambio de nada. La gente está tan acostumbrada a recibir que considera que otro tiene la obligación de dar. Esperan que el rey, en vez de dar un deseo al mes, conceda uno al día. Luego eso también les parecerá poco y volverán a pedir más. En La liga de la Justicia Marta Kent le dice a su hijo Clark "Sé el héroe que quieren que seas, o no lo seas. No le debes nada a nadie. Nunca se lo has debido".
La película pasa por alto completamente el tema de que no todos los deseos pueden cumplirse. Algunos, porque son una tontería (como una mujer que quiere volar a lo Peter Pan), y otros, porque son malos deseos. ¿Qué pasa si alguien quiere ser el nuevo Julio Cesar? ¿Le dejamos matar a millones de personas porque quiere pasar a la historia como un conquistador? ¿y si alguien quiere un harén? Un deseo que muchos tienen en el mundo real, por cierto. Muchos deseos son dañinos para la sociedad y NO deben cumplirse.
La premisa de Encanto también era ridícula: una mujer (abuela Alma) se queda viuda, y "algo" que nunca explican, la recompensa haciendo crecer montañas a su alrededor para que esté a salvo de la guerra, regalándole una casa enorme y mágica, y dando poderes mágicos a sus hijos y nietos. Así porque sí. Pero solo a ella. El resto de habitantes del pueblo, que también han perdido su hogar (y seguramente a seres queridos, aunque no se ve en pantalla), no reciben nada. Y todo el drama de Maribel es que ella no hace magia como los demás. Pero aunque el argumento sea ridículo, la historia se salva por las complejas relaciones familiares y la precisa descripción de una familia atrapada en una relación de abuso narcisista. No hay nada que salve a Wish.
No puedo dejar de mencionar que, aunque la historia transcurre en el mediterráneo (supuestamente en Al Ándalus), la protagonista es afrodescendiente, con trencitas africanas incluidas. Y no, no es racismo. Es coherencia. Si querían que la protagonista fuera una chica negra, estupendo: que la historia transcurra en África, en el caribe (como el live action de Ariel), o en Nueva Orleans (como Tiana). Antes los personajes tenían coherencia; Bella es blanca porque es francesa, Mulan es China, Pocahontas es powhatan, Jasmin es árabe, Esmeralda es gitana, Moana es polinesia... Ahora da igual si la historia transcurre en el mediterráneo, en Noruega (Frozen II), en una isla desconocida (Mundo Extraño), o en la Tierra Media: en todas partes hay una ilógica mezcla de razas que no tiene sentido histórico ninguno. Pero no importa, la razón de que estén ahí es que te acostumbres a verlo en pantalla, y no lo notes tanto cuando salgas a la calle.
"Aquellos que restringen su deseo lo hacen porque es lo suficientemente débil para ser restringido". William Blake.
"El villano es el héroe de una historia mal contada".
