Mucha gente está horrorizada por el genocidio que comete Israel, y es comprensible. Estas semanas he visto salvajadas como un niño de cinco años que ha perdido las dos piernas, una niña de cuatro que ha perdido un brazo, los bebés prematuros que han muerto porque no tienen electricidad para las incubadoras... No hay nada más bajo que bombardear un hospital. Pero la gente también está sorprendida, y eso es extraño. No solo porque Israel lleva haciendo lo mismo en Palestina desde que se fundó, hace 75 años, si no porque ese ha sido su modus operandi desde que existen como pueblo.
Al parecer nadie lee la Biblia: todos hemos visto las películas donde el heroico Moisés rescata a su pueblo de la esclavitud en Egipto y los guía a la Tierra Prometida. Pero lo que no te cuentan es que, cuando llegan, esa tierra está llena de gente que ya vive allí, así que lo que hacen es matarlos a todos para robársela. ¿Te suena de algo? Hay capítulos enteros en la Biblia dedicados a explicar como los judíos asesinaban a todos sus vecinos para ocupar sus tierras o porque se negaban a renunciar a sus dioses.
Por otro lado, a los judíos los expulsó de Palestina el Imperio Romano en el año 70 dc. Pretender que tienen derecho a volver después de tanto tiempo es como los musulmanes pretendiendo que tienen derecho a reclamar las tierras que hace siglos pertenecieron a Al-Ándalus. O como si los daneses reclamasen Rusia y Ucrania porque fueron fundadas por vikingos.
Con los millones que invierten en propaganda para hacerte creer que ellos son las víctimas (desde que Steven Spielberg, judío, filmó La lista de Schindler, cada año sale al menos una película sobre el holocausto), mucha gente los sigue defendiendo, a pesar de todo lo que han hecho, y lo que piensan hacer. Me la trae al pairo que me llamen antisemita. No odio a ninguna raza, odio las religiones. Tan fanáticos son los sionistas, como los yihadistas, o los cristianos que fundaron la inquisición. O los cientifistas que querían encerrar en campos de concentración a los antivacunas. O los cuirs que gritan "Kill the terfs!" en las manis feministas. Todas las religiones son iguales.
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