martes, 8 de agosto de 2023

Disney y el maltrato



Las película de Disney nunca fueron sobre "buscar el amor verdadero" (aunque ese era el final feliz). Trataban sobre niños maltratados y la forma en que sobreviven. A Blancanieves su madrastra quiere literalmente asesinarla, a Cenicienta la tratan como a una esclava, Pinocho es secuestrado por traficantes de menores, Dumbo es separado de su madre, Bambi queda huérfano... Quizás alguna no encaje (se me ocurre Peter Pan), pero era la línea general... y lo sigue siendo. Aunque ahora el maltrato es mucho más sutil, y está más aceptado. A veces parece que lo estén justificando en lugar de denunciando.

-Encanto es el mejor ejemplo de esto. Una familia completamente disfuncional disfrazada de perfección. No solo Mirabel es despreciada por su familia porque no tiene poderes mágicos (podemos imaginarnos lo horrible que ha sido cuando su primo Antonio está aterrorizado de que le pase lo mismo a él), también sus hermanas están destrozadas. Luisa al borde de un ataque de nervios, por la presión de ser la esclava de todo el pueblo (durante la pedida de manos de su hermana una invitada tiene la caradura de pedirle que traiga un piano, ni cenar tranquila la dejan). Isabela a punto de convertirse en yegua de cría con un tipo que no ama para "traer la nueva generación de bendiciones". ¿Dónde están sus padres, que no las protegen, a ninguna de las tres? Y no hablemos del pobre Bruno: le hicieron tanto acoso, que el pobre no pudo soportarlo más y se marchó. ¿Alguien lo echa de menos, le llora, lo fueron a buscar siquiera? No, su propia hermana aún le guarda rencor, después de diez años, porque le dijo que el día de su boda iba a llover. Ya ves que crimen. No quiere ni oír su nombre. El pobre está tan traumatizado, que cuando por fin vuelve, es él quien se disculpa. Nadie se disculpa con él, solo "le perdonan", le dicen que olvide el pasado, lo importante es que haya vuelto, las muy hipócritas. Ni su madre ni sus hermanas lo han buscado ni por un momento, y ahora fingen que se alegran de verle.

Es lo que más me molesta de está película. Al menos la madrastra de Blancanieves muere, pero la abuela de Mirabel, después de haber torturado a toda la familia durante décadas, dice "oh, es que estaba triste porque me quede viuda", y hala, aquí no ha pasado nada. A nadie le importa que tuvo a un hijo en el exilio diez años, una nieta al borde del colapso nervioso, otra con complejo de inferioridad y otra que casi destroza su vida en un matrimonio sin amor (¿y los matrimonios de las hijas?, ¿también fueron amañados?). Y lo que no sabemos, porque solo vemos unos días de 50 años de tortura psicológica. La tía Pepa también parece continuamente al borde del colapso, y con esa madre no es de extrañar. Pero no pasa nada, la abuela dice que sufrió mucho, que los maltrataba por su bien, ¿Qué más quieres?

-En Coco tenemos una familia tan oprimida por la abuela, que toda la música está prohibida. No es solo que todos los niños estén obligados a ser zapateros sin derecho a discutir (que ya sería bastante malo), es que ni siquiera se les permite escuchar música. Miguel tiene que esconderse en el desván para ver un musical en televisión; cuando su abuela lo descubre, destroza su guitarra, en una escena que recuerda a Tritón destrozando la colección de objetos humanos de Ariel. Pero Tritón acaba comprendiendo que su hija no es feliz en el mar, que ama realmente a Eric, y que fue él quien la empujó a hacer tratos con la bruja, así que la deja marchar. La abuela de Miguel solo le permite tocar la guitarra después de un milagro: al escuchar su canción favorita, la bisabuela Coco sale de su demencia y vuelve a hablar otra vez. Entonces le permiten ser músico, no porque sea su derecho como ser humano, si no porque trajo a Coco de vuelta. Si el truco no hubiera funcionado, o la bisabuela hubiera muerto unos días antes, Miguel sería zapatero.

Lo de la tatarabuela Imelda es aún peor: su marido la abandona para irse a tocar, y se queda tan traumatizada, que prohíbe la música en casa a sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. Cuando Miguel acaba accidentalmente en el mundo de los muertos y solo la bendición de su familia puede salvarle, se niega a dársela a no ser que prometa abandonar la música para siempre. Está dispuesta a dejar morir a su tataranieto, antes que permitirle ser feliz en la profesión que ama. Y el colmo es que, a diferencia de Tritón dando la razón a Ariel, aquí es Miguel quien decide aceptar sus condiciones; después de conocer a su ídolo Ernesto y a su tatarabuelo Héctor, decide que la familia es lo más importante. Bueno, la familia es lo más importante, hasta que deja de serlo. Una familia que te apoya es más importante que una carrera, pero una familia que está dispuesta a dejarte morir para salirse con la suya, no vale un carajo. Al final la tatarabuela le permite ser músico solo cuando se entera de que su marido no la abandonó, si no que murió asesinado mientras intentaba volver a casa. Y si realmente la hubiera abandonado ¿tendría que pagarlo un niño que nació casi un siglo después? 

Esta película justifica la lealtad familiar y la obediencia ciega a familiares que te maltratan y te dejan morir, con la esperanza de que un día te comprendan y te apoyen, pero debes obedecer incluso si no lo hacen. Ese mensaje es basura.

-En Red, la pobre Mei tiene una madre tan controladora que no solo la obliga a trabajar después de la escuela y a sacar todo sobresalientes, si no que le prohíbe algo tan inocente como dibujar en su cuaderno al chico que le gusta (y la avergüenza públicamente al enseñar al chico los dibujos de su hija). Y ella está tan alienada, que en lugar de enfadarse con su madre, se enfada consigo misma por hacer el dibujo. Apenas un día después vuelve a dejarla completamente en ridículo al presentarse en su clase para darle un paquete de compresas delante de todo el mundo. Mientras veía la película me preguntaba como podrían arreglar su relación después de haberla estropeado tanto. Su madre ni siquiera la había avisado, con 13 años, que se convertiría en un panda rojo (una poco sutil alegoría de la menstruación). Pero en realidad ella sufre un constante chantaje emocional y le parece normal que su madre no la deje ni siquiera ir al cumpleaños de un amigo de clase. (Del concierto no hablo, porque yo tampoco le daría 200 euros para que se los gaste en una entrada, ni le permitiría ir sin algún adulto que la acompañe).

Al final Mei se da cuenta de que es incapaz de renunciar al panda (sus emociones más genuinas), y se planta delante de su madre para decirle que le gustan los chicos y la música, que lo asuma. Su madre acaba haciéndolo, después de varios intentos violentos de devolverla al redil. Pero el resto de la familia (su madre, tías y abuelas), si lo hace. La sumisión a la autoridad familiar (a costa de mutilar una parte de tu ser) no se pone en entredicho. 

-En Elemental tenemos más de lo mismo: la hija de unos inmigrantes presionada para continuar con el negocio familiar, aunque ella sueñe con ser artista, y a la que le prohíben salir con el chico que le gusta porque es de otra raza. La verdad es que la estética me pareció tan horrible que no presté mucha atención a los detalles. Pero Amber se niega continuamente a si misma sus deseos y sentimientos, solo cuando ve morir a su novio tiene valor para decir la verdad y enfrentarse a la familia.

Mientras que los cuentos de hadas originales defendían a los niños y siempre terminaban con su libertad (excepto La sirenita), y la muerte de las madrastras, ahora no hay ningún castigo, ninguna consecuencia. Ni para la abuela de Mirabel, ni para la tatarabuela de Coco, ni para nadie. Familias maltratadas por generaciones, alguien dice "uy, me equivoqué", y se olvida todo. Sin rencores. El trauma desaparece por arte de magia. Es un mensaje nefasto el que se transmite: no importa el daño que te haga tu familia, tienes que olvidarlo y perdonarlo siempre. Incluso si ni siquiera te piden perdón. Nada más lejos de la realidad; cuando alguien hace tanto daño a su propia familia, casi nunca cambia. Perdonar solo perpetua el maltrato. La única solución es alejarte tanto como puedas.

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