miércoles, 1 de abril de 2015

Robin / Caramelo




Cuando creía que ya lo sabía todo sobre gatos moribundos, llegaste tu para romper todos mis esquemas. Para demostrarme lo que se puede lograr si se tienen ganas de vivir. Cada vez que te veía agotado, sin fuerzas para sostenerte en pie, con problemas para respirar, y creía que había llegado tu hora, como si leyeras mi mente decidías hacer un último esfuerzo, empezabas a comer como si no hubiera mañana, y te recuperas por completo. Aparentemente. Entonces me decía "si tu no te rindes, yo tampoco". Y luchábamos juntos por arañarle a la muerte otro día más, otra semana más.

Por ti he renunciado a mis principios y he comprado latas de atún, que te hacían tan feliz. Por ti he contado los céntimos para gastar en tus latas mis últimas monedas. Por ti he enfermado al permitir que llenaras mi cocina de migas. Contigo he pasado horas tratando de que comieses, dandote las bolitas de pienso una por una. Y tu me lo agradecías con tus ronroneos y tus cabezazos, derritiendote por una caricia.

La persona que te abandonó en la calle te asesinó, y no lo sabe ni le importa. No sabe el tesoro que ha perdido. Yo lo he ganado. Solo estuviste en casa dos meses, pero serás parte de mi familia para siempre.

Buen viaje cariño, nos vemos en el otro lado.

No hay comentarios: