domingo, 28 de julio de 2024

Barcelona 92


Ya está todo dicho sobre el bodrio que ha sido la inauguración de las Olimpiadas, así que mejor me callo y rememoro los mejores Juegos Olímpicos de la historia. Cuando no hacia falta presumir de "inclusión"  y "diversidad", porque ocurrían de forma natural. Cuando las estrellas del evento eran un hombre gay y una mujer gorda, pero no estaban ahí por ser gay y gorda, si no por su enorme talento. Freddy Mercury no necesitaba vestirse de mamarracho y enseñar un huevo para llamar la atención, y Montserrat Caballé no necesitaba parodiar a Cristo. Su voz era lo único que necesitaban.

Y como olvidar este momento histórico, cuando un atleta paralímpico (es decir, discapacitado), realizó una hazaña que se considera el mejor encendido de pebetero de la historia de los juegos.


Había más talento y creatividad en 30 segundos de Barcelona que en todas las horas de Paris.


"Los catalanes hacen cosas". Rajoy.

sábado, 20 de julio de 2024

Los Bridgerton

 


Aburrida. No sigo la serie porque no me interesan las historias de ricos cuyo mayor problema es no ponerse dos veces el mismo vestido, ni me gustan los romances que solo tratan de a ver quien se casa con quien, y esta serie es las dos cosas a la vez. Solo he visto la tercera temporada porque la protagonista está gorda (superficial, lo sé), y quería ver si trataban el tema de forma original. No lo hacen. 

La historia es solo otra versión de "el patito feo", como Miss Agente Especial, Princesa por Sorpresa, y tantas otras: una mujer bonita, que por exigencias del guion todos tratan como si fuera fea, se cambia de ropa y peinado, y de pronto todo el mundo la adora y la envidia, y el chico del que estaba enamorada y que no le hacia ni puñetero caso, descubre que "siempre la amó". Y encima el tipo que ella ama tanto es un putero; debió quedarse con el naturalista.

Por supuesto, Netflix es sinónimo de ingeniera social. Lo diré claro: no había negros en la alta sociedad londinense en 1815. Ni uno solo. Nos roban la historia blanca.


La auténtica Reina Carlota, más blanca que la leche, antes de que Netflix reescribiera la historia.

lunes, 1 de julio de 2024

Orgullo, ¿de qué?


 

Cada año, por estas fechas, me encuentro el debate online sobre si los asexuales pertenecen al movimiento por el Orgullo. Vamos a dejar de lado por un momento que este día (que en realidad ahora dura todo el mes) se ha convertido en un puto circo donde lo mismo te puedes encontrar a Drag Queens que a hombres desnudos haciendo mamadas en plena calle, una pancarta exigiendo que se legalice la compra-venta de bebés, o a un tipo vestido de dálmata caminando a cuatro patas. Supongamos por un momento que se trata de un movimiento serio que lucha por los derechos de los gais ahorcados de una grúa en Irán, o las lesbianas que sufren violaciones correctivas en Sudáfrica. ¿Pertenecemos los asexuales a este movimiento? Yo creo que no.


A mí no me metan en el mismo saco que esta gente.

Los asexuales no somos un grupo históricamente oprimido. No te insultan o te pegan por la calle por ser asexual (si que me han insultado a gritos por estar gorda, por llevar símbolos independentistas en el bolso, o por no llevar mascarilla cuando era obligatoria, pero nunca por ser asexual). En ningún país del mundo es ilegal ser asexual, ni está penado con cárcel o incluso pena de muerte. He leído el argumento de que "a muchas personas las han obligado a casarse o tener sexo sin que lo quieran", pero no es verdad. Se ha obligado a casarse, y en algunos países aún se hace, a mujeres y niñas, no a "personas". Lo que ellas necesitan es el feminismo, que se cambien las leyes para que las mujeres sean libres y dueñas de su cuerpo, no tiene nada que ver con su asexualidad, porque a las lesbianas y a las hetero también las obligan a casarse sin preguntar sus preferencias, pero a los hombres no. Igualmente se viola a mujeres y niñas, a veces también a niños, pero muy raramente a un hombre (a no ser que esté en la cárcel). Y apropiarse de las violaciones correctivas de lesbianas (lo leí ayer) como si fuera algo que también sufren "las personas asexuales" (tanto hombres como mujeres), me parece sumamente vergonzoso y es la razón por la que me decidí a escribir esto.

Los asexuales no estamos discriminados. Si voy a buscar trabajo me pueden discriminar por la edad o el peso, por ejemplo, pero no por ser asexual. Cuando buscaba piso me discriminaban por ser soltera, no por ser asexual. Yo podría haber pasado los fines de semana  teniendo sexo salvaje con la gente que conozca en un bar, o en tinder (o como quiera que se ligue hoy en día), y no habría cambiado nada. La gente puede ser muy cotilla; cuando llego a un trabajo nuevo suelen preguntarme porqué estoy soltera, pero nadie me pregunta si tengo o no sexo, igual que yo no les pregunto a los casados si lo hacen mucho o poco, o cual es su postura favorita. Normalmente respondo algo vago como "es que era muy tímida de joven", o "no me gustaba salir de fiesta y en la biblioteca no se liga mucho", y cambio de tema. Eso es todo, no es necesario montar un drama porque los demás no te entienden. Si, la gente suele pensar que tienes un problema hormonal o un trauma infantil, ¿y qué? lo que piensen los demás no es problema mío, no me quita el sueño.

Algunos reclamos son aún más ridículos, como "es duro ser asexual en una sociedad tan sexualizada". Más duro es ser vegano en una sociedad que considera la vida de los animales tan irrelevantes que estamos llevando a la extinción a las martas porque usamos su piel para hacer pestañas postizas, no te jode. También es duro cuando hay un mundial y nadie habla de otra cosa, aunque a ti no te guste el futbol. O cuando viene la navidad y la gente empieza a hablar de las ganas que tiene de reunirse con su familia, pero tú no te hablas con la tuya. O cuando oyes a todos planear sus vacaciones y tú no vas a ninguna parte porque eres pobre. De verdad, que pereza, la gente que dice estar "oprimida" por ser asexual no tiene ni idea de lo que es la verdadera opresión. Alguna gente no tiene problemas reales y por eso se los inventa para hacer su vida más interesante.

Lo único cierto de ese discurso es que es no existe apenas visibilidad y nadie sabe que existimos (lo cual no me parece un problema real). Los únicos personajes asexuales que se me ocurren son: Sherlock Holmes (Watson se casa, pero Holmes nunca muestra interés por ninguna mujer; admira a Irene Adler por su inteligencia, nada más), Frodo Bolsón (lo mismo, Sam se casa pero Frodo no tiene ningún interés), Son Goku (todos sabemos que se casó para cumplir una promesa), y recientemente, Daryl Dixon. Cuando eres adolescente o veinteañera puedes sentirte un bicho raro porque todas tus amigas están obsesionadas por encontrar novio y a ti no te interesa ni pizca, pero si te obsesiona tanto encajar y ser como todos los demás, igual no necesitas "visibilidad asexual", si no un poco más de personalidad. Cuando yo notaba que era distinta, me encogía de hombros y volvía a leer El señor de los anillos y a ver Star Trek mientras mis amigas se iban a la discoteca. Ser "diferente" me la repanpinfla.

No estoy orgullosa de no follar, como no estoy orgullosa de no saltar en paracaídas o montar en moto. Estoy orgullosa de las cosas que hago (como adoptar animales enfermos para que conozcan un hogar antes de morir), no de lo que no hago. El "orgullo asexual" me parece tan ridículo como cuando alguien se viste con ropa unisex y presume de ser "no binario". Dejan de ser tan narcisistas, leñe, no todo los rasgos de tu personalidad son una "identidad" que el mundo deba celebrar.

"La variedad de personalidades individuales es la mayor fortuna del mundo." (Julian Huxley)