sábado, 20 de julio de 2024

Los Bridgerton

 


Aburrida. No sigo la serie porque no me interesan las historias de ricos cuyo mayor problema es no ponerse dos veces el mismo vestido, ni me gustan los romances que solo tratan de a ver quien se casa con quien, y esta serie es las dos cosas a la vez. Solo he visto la tercera temporada porque la protagonista está gorda (superficial, lo sé), y quería ver si trataban el tema de forma original. No lo hacen. 

La historia es solo otra versión de "el patito feo", como Miss Agente Especial, Princesa por Sorpresa, y tantas otras: una mujer bonita, que por exigencias del guion todos tratan como si fuera fea, se cambia de ropa y peinado, y de pronto todo el mundo la adora y la envidia, y el chico del que estaba enamorada y que no le hacia ni puñetero caso, descubre que "siempre la amó". Y encima el tipo que ella ama tanto es un putero; debió quedarse con el naturalista.

Por supuesto, Netflix es sinónimo de ingeniera social. Lo diré claro: no había negros en la alta sociedad londinense en 1815. Ni uno solo. Nos roban la historia blanca.


La auténtica Reina Carlota, más blanca que la leche, antes de que Netflix reescribiera la historia.

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