jueves, 10 de marzo de 2011

Como hacer seitán (V)



Al seitán se le conoce como "la carne vegetal", tanto por su consistencia y textura, como por su riqueza en proteínas. El sabor también la recuerda bastante, aunque eso ya va más en gustos. Se puede comprar hecho, pero es carísimo, unos 4 euros los 250 gr. Se puede hacer a partir de gluten, pero no es fácil de encontrar. Hacerlo en casa a partir de harina es más fácil de lo que parece, y realmente barato: con un kilo de harina, que cuesta 38 céntimos, nos salen 600 gr de seitán.
Para ahorrarnos trabajo conviene usar alguna maquina para amasar, que es la parte más engorrosa. Muchos robots de cocina tienen esa función, las batidoras pueden hacerlo si se les cambia el accesorio; yo uso la panificadora. Meto en la cubeta un kilo de harina, un vaso de agua, y lo pongo en marcha. Vigilo un momento que la masa no esté ni demasiado humeda ni demasiado seca; debe tener la consistencia del chicle. Con la cantidad que he puesto seguramente necesitará un poco de agua. Se añade poco a poco, es mejor quedarse corto que pasarse. Si queda muy blanda el seitán se irá por el desagüe al lavarlo.
Después de que la máquina lo haya amasado 20 minutos, lo ponemos en un colador (mejor tipo chino) y lo enjuagamos debajo del grifo con el agua tan caliente como puedas soportar. Solo tienes que frotar la bola como si estuvieras lavando la ropa. Verás que se desprenden unas bolitas un poco más oscuras que el resto, ese es el gluten y es la razón de usar un colador. Cuando casi toda la masa haya cambiado de color le das al agua fría y vuelves a frotar hasta que el agua salga transparente. Para entonces todo el gluten estará pegado y tendrás una bola que se parece un poco a una esponja vegetal.
Ya solo queda cocer. En una olla de agua hirviendo pones la bola de seitán y le puedes dar el sabor que prefieras. La salsa de soja es imprescindible, para darle un poco de color. Luego puedes añadir las especias o verduras que prefieras; yo uso ajo, pimientos, clavo, laurel, pimentón... este caldo se puede aprovechar luego para hacer una sopa o para hidratar avena o soja texturizada antes de convertirla en albóndigas o hamburguesas.
Dejamos cocer unos 40 minutos y tenemos nuestro seitán para comer como queramos: frito, a la plancha, rebozado, añadido a guisos, en pinchito... Parece un proceso largo, pero el único esfuerzo es lavar la harina, lo que lleva uno diez minutos. Lo demás se hace solo.
Si eres vegano por ética y añoras el sabor de la carne, ya la puedes sustituir. Y si no eres vegano, pero quieres cuidar tu salud y no alimentarte de grasas saturadas y colesterol, también.

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