viernes, 24 de junio de 2016

Vientres de alquiler



Las personas que recurren al vientre de alquiler se amparan en su "derecho a tener hijos". Por supuesto que tienes ese derecho, lo que no tienes es la capacidad. Yo soy celiaca, ¿no tengo derecho a comprarme una barra de pan para hacerme un bocata?, ¡por supuesto que tengo todo el derecho! Lo que no tengo es la capacidad de digerirlo. Me encantaría comerme un bocata de seitán, pero por mucho que lo desee nunca podrá ser.

Cuando deseas algo que no puedes tener, tienes que hacer tu duelo, aceptarlo, y seguir con tu vida. Lo que no puedes es participar en la esclavitud de otra persona para satisfacer tu deseo. Yo intentaré tener hijos después de cumplir los 40 y con hipotiroidismo, que causa infertilidad y abortos. Quizás lo consiga y quizás no, pero lo que no haré será comprar un bebé, igual que no compraria un riñón en el mercado negro si lo necesitase.

Porque desengañemonos, si pagas a una mujer para que se quede embarazada y luego te de a su hijo, estás comprando un bebé. Ni más ni menos.

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