Por esto mi familia me llama "la loca de los animales". No tengo dinero para ir de vacaciones, ni para ir al cine, ni para ir al dentista, ni para ir a ninguna parte. Pero Bonnie tiene su chaqueta refrigerante para que pase el verano fresquita, que vivimos en un ático y el termómetro no baja de 31º en todo el verano, ni de día ni de noche.
Y ella me lo agradece con esa cara de tormento, con "que habré echo yo para merecer esta tortura". Está fresquita y ha dejado de jadear, pero se ha deprimido y no quiere ni jugar con el kong. Pues chica, acostumbrate rápido que tenemos mucho verano por delante.
El chaleco refrigerante es un gran invento. Lo mojas bien de agua fría debajo del grifo, lo escurres, y se lo pones al perro. Se mantiene a 22º durante horas aunque en casa estemos a más de 30º. Los perros mayores son propensos al golpe de calor y esta es una forma fácil y sencilla de prevenirlo.
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