lunes, 6 de junio de 2011

Erase una vez...



Erase una vez, en un pais no tan lejano, vivia una familia que se creia mejor que las demás. Se crian Reales, pero en realidad eran muy Vulgares. Creian que tenian derecho divino para gobernar a los demás, asi que se convirtieron en los amos del pais con ayuda del tio Paquito, que era un pistolero con muchos tanques. Esclavizaron a todo el pueblo, y se dedicaron a sangrarlos de lo lindo. Vivian en un palacio enorme, mientras el resto de la gente vivia en pisos diminutos. Se pasaban la vida viajando en yate o esquiando, mientras los demás trabajaban 9 horas al dia. Ganaban 9 millones de euros al año, mientras los más pobres cobraban 8000, y a veces ni eso. Mientras el pais se iba empobreciendo, la familia Vulgar era cada vez más y más rica. Aunque los jovenes no se podian emancipar porque no habia viviendas de protección oficial, se gastaron un porrón de millones en construir un palacio para su Principito. Mientras las pocas parejas que podian casarse vivian en pisos de 30 metros, el Principito vivia en un palacio de 3000. Aunque las mujeres no podian tener hijos porque no podian mantenerlos, o se pasaban el dia trabajando, las mujeres de la familia Vulgar tenian hijos a montones, ya que no iban a trabajar para mantenerlos. Mientras la gente tenia que esperar meses para una visita al médico, años para una operación, y los enfermos se acumulaban en los pasillos de los hospitales, la familia Vulgar solo tenia que chasquear los dedos para que les visitaran los mejores especialistas, y les reservaban una planta entera del hospital para ellos solos, para que no tuvieran que estar cerca del pueblo.
La cosa se estaba poniendo muy fea para el pueblo. La gente persia sus trabajos, sus casa, algunos tenian que comer de la basura. Pero el pueblo no recibia ninguna ayuda, mientras la familia Vulgar se subia el sueldo año trás año. Se lo tenian tan creido, que si una ciudadana con ovarios se dirigia a ellos para preguntarles porque no se marchaban de una vez, se reian en su cara. "Con lo bien que vivo me voy a ir, ¿que se cree esta chusma?", pensaba el Principito. Pero estaban tan felices en su nube que no se daban cuenta de que al pueblo se le habian hinchado las narices, y no pensaban aguantarles ni un minuto más... hubo una gran revolución, el pueblo recuperó lo que era suyo, y a la familia Vulgar los mandaron a picar a una mina por el resto de sus dias.
Colorín, colorado, este cuento no ha acabado.

Esta es una historia de ficción. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia... o no.

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