viernes, 3 de febrero de 2012

Persons of interest



Parece a simple vista otra serie policíaca, de esas que hay tantas que no se pueden ni contar, si no fuera porque ha sido diseñada expresamente para que aceptemos al gran hermano. El argumento es simple: un superordenador analiza toda la información de las cámaras de vigilancia de las calles, las conversaciones que escucha por teléfono*, lo que lee en nuestros emails, y lo analiza para evitar un nuevo 11S (ay que me meo, ¿el gobierno intentando evitar ataques terroristas?, más bien estarán planeando otro como excusa para atacar a Irán). Pero por casualidad descubre también otros crímenes más pequeños y un par de tipos se dedican a impedirlos.
Que bien suena. Por eso hay tanta vigilancia, tantas cámaras que te graban hasta meando. Lo hacen todo por nuestro bien, para que estemos seguros... o no. Porque eso no es futurista, ya existe. Solo que no ha disminuido nada el crimen, ni detienen el trafico de drogas antes de que llegue a las calles (o a los colegios), ni evitan los secuestros exprés, ni detienen a los carteristas que actúan siempre en las mismas calles o metros. Las cámaras de vigilancia se usan para acosar a los ciudadanos honrados, que como humanos imperfectos que somos, a veces fallamos. Se usan para poner multas de tráfico sobretodo, pero ya están encontrando otros usos. En Inglaterra las cámaras graban los cubos de basura y ponen multas a quienes no separan correctamente. Pronto te llegarán multas a casa por fumar en un sitio prohibido, o por soltar al perro en el parque. Ya no importará si la poli te ve o no, ni siquiera si es de madrugada y no molestas a nadie. Ahí estará la cámara chivata para pillarte. Y nadie protestará porque nos han grabado en el inconsciente que todo es por nuestro bien, para protegernos.
Que conste que me gusta la serie y pasar el rato tirada en el sofá delante de la tele tanto como a cualquiera, pero hay que tener criterio y analizar o nos la meten doblada.

*Hoy día pueden escuchar y grabar cualquier conversación si hay un teléfono (fijo o móvil) en la habitación. No hace falta que hables por teléfono, ni siquiera que esté encendido. Basta con que esté cerca. Pueden activar el micrófono por control remoto y escuchar todo lo que se dice sin que suene y sin que te enteres de nada. La única forma de evitarlo (y desactivar el localizador por GPS) es sacarle la batería, razón por la cual muchos modelos modernos ya no lo permiten, o guardarlo en una jaula de Faraday.

No hay comentarios: