sábado, 26 de octubre de 2013

Resiste



Rebuscando en mis viejos diarios encontré un poema que escribí hace unos diez o doce años y que me gustaría compartir. No os fijéis en la métrica ni esas cosas, que no tengo la menor idea de como van y no me molesté en contar las silabas.

Hay en mi corazón un océano
de lágrimas que jamás he llorado.
Crece, y crece, amenaza con ahogarme.
Trato de nadar, y no lo consigo.
Quiero soltar lastre, y no puedo,
es muy pesado.
Pido ayuda, grito y grito,
pero nadie me escucha, nadie me ve,
ni los que están a mi lado.
Quisiera rendirme, no luchar más,
pero el corazón no me lo permite.
Resiste, me dice,
y yo obedezco sin saber porqué.

Me apetecía compartirlo porque así es como me sentí durante más años de los que puedo recordar. Sin ver la luz al final del túnel, con un dolor tan hondo que apenas puedes respirar, deseando rendirme y acabar de una vez. Pero por alguna razón no pude hacerlo. Como Frodo cuando llega por fin al monte del destino, cae, y al no tener fuerzas para levantarse, comienza a arrastrarse montaña arriba. Porque rendirse no es una opción. Simplemente seguiré adelante, y punto.

Pero yo ya no soy esa persona. Ahora lo leo casi con sorpresa ¿esa era yo?, ¿de donde salió todo ese dolor, y a donde fue? Me cuesta recordarlo. Ha sido un camino lento. A veces parecía que no avanzaba nada, o que daba dos pasos adelante y uno hacia atrás. Pero cada día dolía un poco menos, hasta que empecé a despertarme feliz de estar viva, y no se como sucedió.

Mucha gente pasa momentos duros y no se atreve a contarlo, porque vivimos en una sociedad de culto al héroe donde se supone que debemos ser fuertes y no derrumbarnos. Pero derrumbarse está bien, siempre que te vuelvas a levantar. No pasa nada por llorar, gritar de rabia y pedir ayuda cuando lo necesitas. No eres menos fuerte por eso, al contrario: si no te desahogas, acabas ahogandote. Por eso quiero decirte que, si tu también estás sufriendo, no te rindas. Hay una salida y la vas a encontrar. Ahora parece imposible, pero te pondrás bien. Tomatelo con calma. Respira hondo. Mimate mucho, pequeñas cosas como tomar un baño o un chocolate caliente. Apoyate en los que te quieren e ignora a los que no. Tu también puedes, lo se.

"Resistir es el secreto de la alegría". Alice Walker.

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