El ayuno es como la limpieza de primavera, cuando limpias con cuidado todos los rincones donde normalmente no te fijas tanto. La limpieza del intestino es como cuando te cambias la nevera o viene el técnico de la lavadora: al mover ese cacharro tan pesado, que lleva tantos años en el mismo sitio, descubres que las pelusas han evolucionado en una forma de vida inteligente, con una civilización propia, que crece y prospera.
Los intestinos son muy largos y están muy doblados, por lo que no es nada raro que se quede porquería pegada a los rincones, pudriéndose durante años, y esas toxinas acaban pasando a la sangre. Por suerte hay una forma muy fácil de limpiarse:
http://sebaguti.webs.com/limpiezaintestinal.htm
Resumiendo, se trata de tomar (en ayunas) agua caliente con sal. Yo he usado caldo de verduras, porque es mucho más fácil de tomar. Después de un rato empiezas a ir al baño, sigues bebiendo, sigues evacuando... mejor no te cuento lo que llega a salir por ahí, ni te lo creerías, pero prepara la nariz porque no será agradable. Después de un par de horas consigues el objetivo: que no salga nada más que agua, porque significa que te has vaciado completamente.
"La salud comienza en el intestino". Hipócrates.
"Mejor fuera que dentro". Shrek.
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