jueves, 31 de julio de 2014

Salir o no salir


Una noche, de madrugada, no podia dormir por el calor y salí a la terraza. Mirando la calle vi pasar a un hombre con su perro, que seguramente estaba en la misma situación. Para él la cosa es muy fácil, me apetece dar un paseo, abro la puerta y salgo. No importa que sean las cuatro de la mañana, no importa que vaya con camiseta de tirantes y pantalón corto. No importa que las calles esten oscuras y solitarias. estoy segura que no se le pasó por la cabeza que estuviera haciendo algo peligroso o irresponsable, que pudiera estar poniendo en peligro su vida o su integridad fisica, y si sufriera una agresión, por encontrarse a la persona equivocada en el sitio equivocado, nadie diria que la culpa es suya, o que lo andaba buscando, o que se lo merecia.

Yo he pensado muchas veces en sacar a mi perra al parque a las cuatro de la madrugada. Para que no me multe la policia o para no discutir con vecinos idiotas que se creen que el parque es suyo. Pero yo si he pensado en todos los riesgos que corro si lo hago. De hecho, hasta pensé en el riesgo que corria al salir a la terraza en pijama, porque en aquel momento tenia un vecino acosador que por suerte ya se mudó.

Al final no importa si salgo o no. Si decido no salir por miedo, o si decido salir a pesar del miedo. Si me pongo pantalones largos aunque haga calor, o si salgo con un spray de pimienta. O si salgo y miro por encima del hombro cada 30 segundos para asegurarme de que nadie me sigue. Al final lo que cuenta es que yo tengo que vivir con la idea de que arriesgo mi vida cada vez que cruzo el umbral de la puerta, y es hombre que paseaba a su perro, no tiene que hacerlo.

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