viernes, 12 de diciembre de 2014

Carme Valls



Que alivio escuchar una doctora que no cree que sus pacientes estén locas, o sean unas histéricas, unas exageradas, unas hipocondriacas... si ya es malo no encontrarse bien de salud, peor aún es que nadie te crea. La mayoría de los médicos despachan a sus pacientes con diagnósticos como intestino irritable, fibromialgia, fatiga crónica, o peor aún, depresión y "todo está en tu cabeza". Y claro, esos diagnósticos no tienen tratamiento, así que apañatelas como puedas. Para que vamos a buscar más.

Pero las enfermedades autoinmunes si tienen tratamiento, si se diagnostican correctamente. El problema es que son multifactoriales y un mismo síntoma puede deberse a distintas causas, además de que, como piezas de dominó, cuando tienes una autoinmune lo más probable es que tengas varias asociadas. Así que una persona puede tener dolor muscular y fatiga por déficit de vitamina D, por estar contaminada de pesticidas, por intolerancia al gluten, o por todo a la vez. Y otra persona puede tener los mismos síntomas por hipotiroidismo, por tener la ferritina muy baja, por una intoxicación de metales pesado, por parásitos...

Lo ideal sería encontrar un profesional cualificado y con experiencia que te haga todos los análisis pertinentes para encontrar tu problema y resolverlo, pero eso es casi imposible. Así que siempre nos queda el camino autodidacta; leer muchisimo, buscar experiencias de gente con tu mismo problema que se ha recuperado, averiguar lo que le funcionó a la mayoría de la gente, probar si te va bien a ti, y por medio del ensayo y error, poco a poco ir mejorando. Es un camino difícil; por un lado requiere paciencia, ya que lleva tiempo. Por ejemplo, después de dejar el gluten los síntomas de la intolerancia tardan entre seis meses y dos años en desaparecer. O si tienes un bajo nivel de vitamina D y ferritina, como en mi caso (al tener daño en el intestino no se absorben bien los nutrientes), se requiere tomar un suplemento a diario durante muchos meses para recuperar los valores normales. Y por otro lado requiere mucho valor, porque estás sola tomando decisiones sin que nadie te guíe, pero con muchas advertencias de lo malisimo que es automedicarse y "haz caso al medico que es el que sabe". Aunque muchas veces solo saben decirte que no te pasa nada. Pero cuando la alternativa es seguir enferma y sin tratamiento, a una no le queda otra que tomar la responsabilidad y sobretodo, no rendirse nunca.

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