Se trata de no comer nada durante el viaje. Cuando llegas al destino haces la primera comida que toque y eso hace que tu cuerpo se adapte al horario de donde estás. No lo he probado porque nunca he subido a un avión, pero mi intuición me dice que es verdad.
Yo trabajo de noche. Mantener un horario normal de comidas me ayuda a no perturbar los biorritmos. Desayuno cuando llego a casa, sobre las 8h, y cuando me levanto a las 14h hago la comida del mediodia. Me siento bastante bien aunque haya dormido menos de 6 horas, y en mi día libre puedo dormir de noche.
lunes, 23 de mayo de 2011
Ayuno contra el jet-lag
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