domingo, 27 de enero de 2013

Garbage Warrior



Un arquitecto brillante e innovador a conseguido lo que parecía imposible: la vivienda autosostenible. De su casa no entra ni sale nada, ni tuberías, ni cables, ni cloacas, ni nada. Recoge el agua de lluvia, que se reutiliza varias veces, genera su propia energía, las aguas residuales se purifican y se utilizan para regar el invernadero del porche, en donde se cultiva un huerto. Al estar la casa medio enterrada, con grandes ventanales orientados al sur, es completamente bioclimática. Mantiene una temeperatura estable de 20 grados tanto en el calor del verano del desierto, como en inviernos nevados. No consume energía, ni agua, casi ni comida, ni genera residuos.

En un mundo con más sentido común un avance como ese habría atraído la atención del mundo, y en todas partes se construiría siguiendo esos principios básicos. Se resolverían innumerables problemas ecológicos, no habría escasez de recursos y absurdas guerras para controlarlos, etc. En el mundo real lo que ha ocurrido es que al pobre tipo le han quitado su licencia de arquitecto y le han prohíbido que siga construyendo sus casas. Por suerte en otros sitios la gente es más abierta, o la necesidad aprieta más, y ahora se dedica a viajar a lugares que han sufrido catástrofes naturales como terremotos y tsunamis para asesorarles. Aprovechan lo que nos parece basura para construir hogares para quien lo ha perdido todo, y allí lo reciben con los brazos abiertos.

En el vídeo de abajo su modelo básico. ¿Te imaginas no volver a pagar nunca más un recibo de la luz, el agua o el gas?


Dice David Attenborough que la humanidad es una plaga. Se equivoca. La plaga es el capitalismo. Dicen los Vehementes que la única forma de salvar la tierra es dejar de tener hijos y extinguirnos. Se equivocan. Hay alternativas.

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