sábado, 26 de enero de 2013

Limpiadores ecológicos



Hace tiempo estuve haciendo mis pinitos con el jabón casero, mezclando aceite y sosa. No es difícil, pero el resultado no fue muy bueno. No se si me equivoqué en las cantidades, que tienen que ser muy exactas, pero mi jabón no limpiaba mucho. Además se tarda una eternidad en reunir el aceite reciclado para hacer el jabón, y más ahora que lo estoy desterrando de mi dieta.

Este en cambio de momento está resultando genial: la ropa sale limpia, con un levísimo olor a jabón natural, las toallas quedan suaves... las manchas hay que frotarlas, eso si. Los milagros no existen por mucho que digan. En una mancha de aceite que tenia (por pereza de no ponerme el delantal, todo hay que decirlo) eché un chorrito de jabón, froté unos 20 segundos y a la lavadora (con una arielita -llena dos tercios- en el tambor). ¡Desaparecida!
En mi zona el agua es muy dura, así que pongo un poco de vinagre en la cajetilla del suavizante.

Y lo mejor es que lo he probado para fregar los platos y también sirve; el otro  no quitaba la grasa pero este si. Me falta probarlo como fregasuelos, pero si sirve como lavavajillas seguro que va bien también, porque hace siglos que friego el suelo con el lavavajillas y nunca he tenido problemas. Es que me parece una tontería tener mil y un productos para limpiar la casa cuando con uno basta y sobra.
Así que a partir de ahora este se convierte en mi jabón multiusos para limpiar la casa, el suelo, los platos, la ropa y lo que haga falta. En el vídeo dicen que se puede hacer con jabón de lagarto o de marsella, pero el de lagarto se hace con grasa de vaca, así que por favor usad el de marsella que se hace con aceite de oliva. El bicarbonato es opcional; se añade como bactericida y desinfectante. No es imprescindible pero al precio que tiene el bicarbonato no hay razón para no ponerselo. Es ético, es saludable (no lleva químicos), es ecológico, y sale barato (de un cuarto de pastilla salen tres litros de jabón), se hace en un momento, ¿que más se puede pedir?





Este otro limpiador es el complemento perfecto del anterior. Se pone en un bote con pulverizador y sirve para: limpiar espejos y cristales (con bayeta de microfibra mejor), para limpiar grifos, baldosas y manchas de cal en cualquier sitio, para la pantalla de la tele, poniendo un poco en un paño para sacar el polvo (y pensar que nos quieren vender un producto "especial" para cada cosa).
También se puede hacer sin alcohol, solo mitad y mitad de agua y vinagre (es lo que yo hago). En el vinagre se pueden macerar, en lugar de las cascaras de fruta, cualquier hierba con buen olor que te guste (romero, lavanda...). Yo no uso porque no veo la necesidad. La publicidad nos ha convencido de que si no huele toda la casa a pino, o limón, o peor aún, a lejía, es que no está limpia. Pero no tiene nada que ver una cosa con otra. Si me apetece perfumar la casa quemo incienso o aceites esenciales, pero los jabones prefiero que no huelan a nada. Bueno, el vinagre huele un poco, pero tampoco mucho porque esta diluido. Mucho peor es el amoniaco, que me daba un escozor de garganta cuando lo usaba...

"¡Cuantas cosas bellas que no necesito!". Diogenes, paseando por el mercado.

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