domingo, 3 de octubre de 2010

No quiero ser una hamburguesa


Mira me a los ojos. Me llamo Emma. O podría haberme llamado así, si alguien me hubiera querido lo suficiente para ponerme un nombre. Lo cierto es que nunca le he importado a nadie. No recuerdo a mi mamá, ni se si tengo hermanos. Solo recuerdo a mis bebés, a ellos si les recuerdo. Cuando tengo un bebé enseguida viene gente y me lo quita. ¿Porque? No puedo imaginarme que harán con ellos, solo quiero que me los devuelvan. Pienso siempre en ellos, y lloro hasta quedarme dormida.
Quizás te cuesta creer lo que te digo; que tengo memoria, sentimientos, que puedo estar triste y llorar. Para ti solo soy un trozo de carne que no sufre ni padece. Estás equivocada. Soy como tu, un individuo único e irrepetible. Tengo mi propio carácter, mis gustos, mis manías, mi personalidad, mi alma. Y mis sueños, si, mis sueños. Sueño con ser libre, escapar de los muros de mi prisión, correr por la hierba, tomar el sol, tener una familia... ¿Verdad que no es pedir demasiado?
Tal vez nos parecemos más de lo que crees. Tal vez las diferencias están en el exterior, pero somos iguales por dentro. Ahora ya me conoces un poquito. Me llamo Emma. Tu me llamas hamburguesa.

Si quieres saber que fue de Emma, pincha aquí: http://www.youtube.com/watch?v=LUkHkyy4uqw&feature=player_embedded

No hay comentarios: