miércoles, 30 de noviembre de 2011

Objeción de conciencia



Aqui ya conseguimos abolir el servicio militar obligatorio. Parece que fue ayer que fui renegando a la jura de bandera de mi hermano, mientras mis padres soltaban la lagrimilla porque el muchacho sabia pegar tiros con un fusil, y eso lo convertia en un hombre. Pero aún quedan muchos paises donde los jovenes se ven obligados a entrar en el ejercito y a aprender a matar.
Por suerte cada vez hay más jovenes pacifistas que se declaran objetores de conciencia. Cuando sean mayoria, el ejercito y las guerras desaparecerán. ¡Que los politicos se maten entre ellos si tanto les gusta la guerra!

Dejo aqui su declaración oficial, para los que no hablen inglés (como yo misma):

Nuestra negativa a realizar el servicio militar viene primero y ante todo como protesta por la política del estado de Israel de segregación, control, opresión y asesinato en los territorios ocupados, por entender que tal opresión, asesinato y muestra de odio no puede traer la paz al mundo, y porque contrasta con los valores fundamentales de esa sociedad que pretende ser democrática.

Todos los miembros de nuestro grupo están implicados y creen en la importancia del trabajo social. No nos negamos a servir a la sociedad en la que vivimos, pero protestamos contra las políticas de ocupación y los métodos de actuación de los aparatos militares actuales- violan derechos, discriminan por motivos raciales y son contrarias a las leyes internacionales.

Nos oponemos a los métodos de “defensa” de la sociedad Israelí (puestos de control, ejecuciones, carreteras sólo para judíos, los cierres…) que sirven a la política de partición del territorio, anexando todavía más territorios ocupados al estado de Israel y violando los derechos de la población Palestina de forma agresiva. Estas acciones de poner tirita en la herida como las de proporcionar una solución temporal y limitada empeoran el conflicto.

Protestamos contra los robos y el vandalismo que se producen en tierras palestinas para expandir los asentamientos, realizados todos ellos por la defensa de Israel. Además, nos oponemos a que por culpa del Muro de Separación y los puestos de control los pueblos y ciudades palestinas sean reducidos a guetos en los que no se dan las condiciones imprescindibles para llevar una vida digna.

Protestamos también contra la actitud humillante y despectiva de los militares hacia los palestinos que viven en Cisjordania. Dicha actitud consiste en la violencia brutal contra los manifestantes, humillaciones, detenciones, destrucción de la propiedad privada… y en un modo innecesario de violación de los derechos internacionales.

El Muro y los puestos de control rodean los territorios y los reducen, como una serpiente alrededor del cuello de los palestinos, y los soldados que cometen crímenes bajo la protección de sus comandantes son considerados la cara de la sociedad Israelí; una sociedad que pisotea y oprime, y que no consigue ver a sus vecinos como compañeros sino que los ve como enemigos.

A fin de conseguir un diálogo real entre las dos sociedades, es de nuestra incumbencia una sociedad más estable, reforzar el otro lado. Sólo con una sociedad más estable- social y económicamente- podremos mantener una diálogo adecuado, en lugar de realizar acciones unilaterales. En vez de fortalecer las manos de los ciudadanos que todavía tienen esperanzas de paz en sus corazones, los soldados les imponen terribles sanciones y arrastran a cada vez más gente hacia una radicalización impermeable y violenta.

Llamamos a todos los ciudadanos a que se cuestionen si la política militar en los territorios ocupados promueve el proceso de paz, que analicen ellos mismos la situación en la calle, que busquen su lado humano y el de la sociedad que tenemos al lado, que rompan nuestra tan arraigada creencia sobre la necesidad de soldados en los territorios y que protesten contra toda acción que consideren ilógica o ilegal.

En un lugar en el que hay seres humanos, hay siempre alguien con quién hablar, por lo tanto, pedimos que se establezca un diálogo que supere el poder de la lucha, las acciones unilaterales de retribución y desgaste para poder romper el mito de que “no hay compañeros” que acaben con la frustración y que se convierta en caminos más humanos.

Es una contradicción agredir en el nombre de la defensa o encarcelar a alguien en nombre de la libertad, por eso, es imposible ser moral y propiciar la ocupación.


Se les puede apoyar desde aqui:
WWW.December18th.ORG

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