martes, 2 de noviembre de 2010

No es tan buena la adopción como la pintan




Últimamente escucho mucho hablar de la adopción como solución mágica al problema de la superpoblación. En vez de traer niños al mundo, "rescatamos" a los niños pobres y "les damos una vida mejor". Se insiste mucho en que tener hijos adoptivos es más ecológico y solidario que tener hijos biológicos.
La adopción es para formar una familia, no para ser ecológico o solidario. Un ciudadano europeo contamina 20 veces más que un africano, así que no veo el ecologismo de traer a sus niños aquí. Además, muchas veces los niños no son huerfanos, si no de familias tan pobres que no pueden darles de comer y los dan a familias "ricas". No me parece "solidario" gastarse 30.000 euros en adoptar un niño pobre; lo solidario seria usar ese dinero para ayudarle a quedarse con su familia. La adopción le puede parecer maravillosa a una pareja estéril, pero para la familia biológica es un drama, y para la criatura también. Si se estudia algo de educación infantil se puede comprender la importancia del apego del bebe con su madre, incluso antes de nacer. Romper ese lazo creará inevitablemente un trauma.
Los niños realmente necesitados y abandonados nunca entran en el circuito de adopción. Son los niños que vagabundean por las calles de brasil y colombia, los niños soldado, las niñas de los burdeles de tailandia, y tantos otros. Aunque tengan la suerte que los rescate una ong nunca encontrarán una familia, porque nadie quiere un niño mayor y traumatizado. Se adoptan bebes sanos, y estos no se abandonan. Tradicionalmente, si los padres morían, iban a parar a manos de tíos o abuelos. A sido la gran demanda de occidente la que ha creado la "búsqueda de huerfanos", donde mafias, policías corruptos, enfermeras y asistentas sociales presionan a familias pobres para que entreguen a sus niños al orfanato.
No hemos explotado bastante ciertos países, que ahora nos quedamos con sus niños, como si de un recurso más se tratase. Y encima presumimos de salvadores.
El problema de la superpoblación se soluciona dando educación a las mujeres y sacándolas de la miseria. Ninguna mujer que pueda elegir querrá tener una docena de hijos; tendrán los que puedan mantener, igual que aquí (donde la natalidad no para de bajar). Y los problemas ecológicos se resuelven reduciendo el consumo y cambiando nuestro estilo de vida. Alguien que lleva una vida consumista, viaja mucho en avión o se cambia el móvil cada 6 mese contaminará más que una familia entera de una zona rural sin electricidad. El numero de personas no es el gran problema, si no lo que hacen durante sus vidas.
Con esto no quiero decir que esté en contra de la adopción, ni mucho menos. Siempre he querido adoptar. Pero debemos ser conscientes de como nuestros hábitos de consumo afectan al resto del mundo. Si creamos demanda de algo, aparecen mafias y explotación para venderlo. Sucede con todo, desde los diamantes hasta el cacao, y también con los niños.
Si quieres ser ecológico y solidario colabora con una ong. Si decides ser padre adoptivo debe ser por amor y deseo de formar una familia, y debes informarte muy bien de donde proceden esos niños. No descartes a los más mayores o enfermos. Son los que más lo necesitan.

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