viernes, 17 de diciembre de 2010

Y seguimos...




En estado de falsa alarma, declarado ilegalmente en base a unas leyes franquistas ya derogadas. Una alarma sin causa justificada, porque tampoco se podía volar cuando humeaba el volcán islandés de nombre impronunciable, y nadie se llevó las manos a la cabeza. ¿Y las nevadas del año pasado? Que dejaron las carreteras intransitables y muchos pueblos aislados. ¿Eso no es causa de alarma?, o los fallos técnicos de la compañía de la luz, que nos deja sin suministro cada vez que se encienden masivamente los aires acondicionados. ¿Tener las carreteras cortadas, o estar sin luz no es para generar una alarma? ¿Solo es alarma cuando no se puede viajar en avión?, ¿o cuando hay un huelga? Y la alargan un mes más, nada menos. En teoria la alarma solo se justifica mientras exista el problema, por lo que, en caso de ser legal (que no lo es), no debió durar más de 48 horas. Tiempo suficiente para tener al personal en su sitio y los aviones en el cielo. Pero una alarma de mes y medio no hay dios que la entienda. Que no estamos en Haití.

Lo que a mi me alarma es que quiten la ayuda de 426 euros a los parados, que vamos a tener que vivir del aire. Me alarma que vuelvan a subir la luz y el gas. Y la gasolina. Y la subida del IVA. Me alarma el recorte de derechos de los trabajadores, el despido libre, el retraso en la edad de jubilación, la semana de 65 horas (si, se rechazó, pero volverán a sacarla, ya lo vereis). Me alarma que uno de cada cuatro trabajadores esté en paro, que se eche a la gente de sus casas por no poder pagar al banco, que rebajen los sueldos a todos menos a los políticos. Me alarma pasar por la sala de urgencias y ver los enfermos tirados por los pasillos, o las listas de espera de varios años para una operación (que con tanta salvajada moderna ya no nos acordamos de las reivindicaciones más antiguas, pero siguen sin solucionarse).

Que importa lo que a mi me alarme. No puedo sacar al ejército a la calle y militarizar a los banqueros, para que dejen de robar, aunque sea a punta de pistola. El poder lo tienen los de siempre, y lo usan de la misma manera. Durante unos años se tomaron la molestia de disimular un poco, por aquello de quedar bien con el personal, dejarnos votar y eso, que parece que todo lo resuelve. Ya se están quitando las caretas y les vemos como son: fascistas que no dudan en recurrir a las armas para conseguir lo que quieren.

Una última reflexión: primero fueron las guerras preventivas, para salvarnos de esos moros malos, malotes. Luego las vacunas preventivas, para protejernos de esa epidemia tan terrible que solo existía en el telediario. Después vinieron los despidos preventivos, donde la empresa solo tiene que alegar que cree que tal vez haya perdidas el año siguiente para despedir a los empleados (naturalmente, si resulta que se equivoca y tiene un porrón de beneficios, no te van a readmitir luego). Ahora son los estados de alarma preventivos, no vaya a ser que esos controladores malvados nos roben las vacaciones de navidad. ¿Que será después? Se aceptan apuestas.


Pregunta del día: Estando el país en estado de alarma ¿me pueden acusar de alta traición por poner a parir al gobierno en mi blog? Si me hacen consejo de guerra y me fusilan, que alguien cuide de mis gatos por favor.

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