miércoles, 19 de octubre de 2011

No me arregleis




¿Porqué no te arreglas? Me han preguntado docenas de veces amigas y familiares, casi siempre femeninas. "¿Es que estoy estropeada?", suelo responder. Eso las descoloca un poco, pero en seguida vuelven a la carga. Tengo que, según ellas, teñirme el pelo, o hacerme mechas, alisarlo, ondularlo o rizarlo. Depilarme cejas, bigote, axilas, piernas, antes las ingles pero ahora se lleva el potorro entero. Ponerme sujetadores con aro que "levanten". Ropa ajustada, moderna, sexy. Y zapatos de tacón.
Yo no soy así. Con camisetas, tejanos, zapatillas y una coleta voy a cualquier parte. Y juro por la diosa que jamás he criticado a nadie por hacer esas cosas. No va conmigo, simplemente. ¿Tan difícil es de entender?. Me parece absurdo maquillarse "de forma suave y natural, para no parecer maquillada". La mejor forma de no parecer maquillada es no estarlo. No veo la necesidad de abrasarme los genitales con cera caliente porque algún director de cine porno medio pederasta lo haya puesto de moda. ¿Tan raro es?
"Es que no eres femenina", es otro de los argumentos que me dan. No es verdad. Soy mujer, y por tanto toda yo soy femenina, los pelos de mis piernas son femeninos. Recuerdo cuando existía el servicio militar y se amenazaba con él a los hombres sensibles: "cuando vayas a la mili te harán un hombre". Como si el hombre que dispara un fusil fuera más hombre que el que escribe poesía o cultiva rosas. Esto es igual. Una mujer en tejanos no es menos mujer que otra con minifalda. Además, las cualidades típicamente femeninas, como la compasión y el cuidado de otros, me sobran. Lo que no comprendo es que se considere femenino estar obsesionada por el aspecto.
Dicen que cuidar el aspecto siempre ha preocupado a las mujeres. Ahí estaba Cleopatra con su baño de leche de burra. Yo digo que esas tonterías solo preocupaban a las mujeres nobles, que no tenían nada mejor que hacer. Dudo mucho que las esclavas que fregaban el suelo del palacio de rodillas tuvieran tiempo ni ganas para esas cosas. Ahora el marketing nos ha convencido de que todas debemos preocuparnos por la apariencia. Hay mujeres que se levantan a las 5 de la mañana para ir a una fábrica, o a fregar escaleras, y no salen de casa sin pintarse los ojos. ¿Y soy yo la que tiene un problema?
Los titulares de los artículos de belleza en las revistas femeninas dan miedo: guerra a la celulitis, plan de ataque contra las zonas rebeldes... parecen los planes de Donald Rumsfeld contra Irak o Libia. Con la de problemas que tenemos todavía las mujeres, económicos, de violencia, de conciliación, etc, y gastamos todas nuestras fuerzas en estar en guerra con nosotras mismas.
No intentéis arreglarme. Yo soy bella a mi manera, y las palabras no podrán hundirme.

Las frases del día:
"Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla". Confucio.
"No está mal ser bella; lo que está mal es la obligación de serlo". Susan Sontag
"La mujer que hace un mérito de su belleza, declara por sí misma que no tiene otro mayor." Julie de Lespinasse.
"La belleza es un estado de ánimo". Émile Zola

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